El campesinado
en la Revolución Francesa
En el siguiente ensayo se procederá a analizar el papel
del campesinado en la Revolución francesa, con los objetivos de ubicar causas
económicas, políticas y sociales que hayan dado origen al disgusto entre la
clase obrera, y que posteriormente los llevará a tomar la decisión de poner en
práctica la idea de formar parte de una Revolución. Otro de sus objetivos es
explicar o dar a conocer el ámbito en el que se desarrollaba la vida de un
campesino de la época y su espacio demográfico en la población francesa, y por
último, dar a conocer algunos de los medios empleados por el campesinado para
poner en marcha la Revolución y las luchas en pro de obtener o recuperar sus
derechos y satisfacer sus necesidades. El ensayo se basara principalmente en el
espacio temporal en el que se da origen a la Revolución francesa, sus vísperas
y desarrollo, buscando como eje temático el papel del campesino a lo largo de
éste lapso de tiempo.
La importancia de este eje temático es que para un
completo conocimiento de la Revolución francesa, es indispensable el
conocimiento de sus causas y su desarrollo, espacios en los que el papel del campesino
francés es extremadamente necesario.
Durante la lectura se presentaran una serie de categorías
para el desarrollo de la información, como por ejemplo las causas, la crisis
alimentaria y sus factores, diferentes revueltas… Las cuales, si se desea tener
un análisis completo de la lectura, es necesario de leer en forma cronológica,
y aunque bien no es una lectura muy pesada, mucha concentración. Igualmente el
ensayo no explicará completamente todos los temas que se mencionen, pues éste
hace énfasis principalmente en la temática central. Si se desea conocer más a
profundidad algún otro tema, en el blog se encuentran algunos enlaces para
temas relacionados con la Revolución francesa que quizá le sean de gran ayuda.
Ahora bien, cuando se tiene por objetivo ubicar el papel
que desarrolló la clase social del campesinado en la Revolución Francesa,
usualmente se da origen a una gran cantidad de teorías o hipótesis propuestas
por diversos historiadores, las cuales exponen tanto diferentes conceptos sobre
lo que era el campesinado francés de la época, así como su desarrollo integral,
económico y moral. Algunas de estas hipótesis, como las de los liberales Thiers
y Mignet, proponen que el origen de la Revolución se da como un movimiento
liderado por las clases “respetables” de la nación, incitado por la poca
existencia de igualdad económica y social vigente en el Antiguo régimen
francés, mientras que otras, como la de Jules Michelet, proponen un levantamiento
por parte de las miserias, las clases bajas de Francia quienes, lejos de estar
siendo manipuladas por grupos sociales interesados para incitar a la
Revolución, estaban haciendo uso de todas sus capacidades para incitarla ellos
mismos, como un medio para expresar su descontento ante la decadencia del país
y las clases poderosas de Francia. Esta última es de las teorías mejor
conocidas y más globalizadas que existen sobre las causas de la Revolución, mas
no niega la presencia de varios de los aspectos formulados en otras hipótesis
(Rudé, págs. 79-82).
Ahora bien, para poder ubicar el papel desarrollado por
el campesinado francés en la Revolución, primero es necesario definir el término “campesino” para la época. La
traducción francesa de “laboreur” significa habitualmente trabajador de la
tierra; es el antiguo sentido, es decir, campesino a secas (McPhee, pág. 14). A la hora de
ubicarse en el espacio rural de la Francia Revolucionaria, se puede llegar a
conocer que no la totalidad de la población es campesina o trabajadora de
tierra, pues aunque estos en efecto conformen
la mayoría de la población, y que, en el estricto sentido de la palabra,
representan el 60 por ciento de la población de la aldea (Labrousse, pág. 206) existen otros tipos de trabajadores del área rural, como
leñadores o mineros, que si bien representan otros tipos de esfuerzos laborales
también se encuentran con los agricultores, pues su salario era equivalente al
mínimo necesario ante los precios de los alimentos, y entre el grueso de la
población del campesinado, que constituía cuatro-quintos del tercer estado, donde
los hacenderos eran pocos (McPhee, pág 15).
En lo que concierne a las causas de la Revolución, es
indudable que el papel del pueblo se encuentra fielmente representado, en su
mayoría, por las clases campesinas, y que su inconformidad y sed de justicia
llegaron a constituir el factor decisivo para que se diera el auge de la
Revolución, junto a las ideas influidas por la clase burguesa. Un aspecto
importante a rescatar sobre las revueltas de campesinos es que “siempre que las
revueltas de campesinos no son aisladas, los campesinos se levantan juntos y
después de otros” (Mousnier, pág. 38), aspecto rescatable a la hora de hacer
énfasis en que el pueblo, campesinos en su mayoría, se dieron de forma masiva a
la hora de la Revolución. Como bien se conoce, la Revolución Francesa se
desarrolló debido a una serie de causas políticas, económicas y sociales, las
cuales casi en su totalidad, afectaban de manera directa al pueblo francés,
derivando así en una lucha constante por parte de éste en pro de alcanzar
igualdades sociales y económicas y el reconocimiento de sus derechos ante la
gran ola de injusticias que surgían por parte de la Aristocracia.
Según Tocquevillle, el pueblo francés estaba atravesando
una época de prosperidad, en la que la escolaridad y analfabetismo de la
población campesina estaban siendo impulsada y
reivindicado respectivamente, y en el que cada campesino estaba
empezando a ser propietario de territorios, con el objetivo de que tuvieran una
oportunidad de expandir sus oportunidades económicas y laborales. Pero, si bien
una parte de la población del campesinado poseía parcelas y otros territorios,
estos eran pequeños, deficientes y requerían más atención y esfuerzo del que
realmente podrían merecer, pues no daban abasto para el buen desarrollo o mantenimiento
de una familia, e incluso si se encontraba en una época de prosperidad, muchos
de estos territorios se limitaban a una agricultura de subsistencia (Rudé,
págs.86-87) la cual se veía cada vez más afectada debido a la crisis
alimentaria a la que el pueblo se veía cada vez más sometido y vulnerable.
Una conclusión a la que la mayoría de los historiadores ha
decidido llegar en lo que conforme a las causas de la Revolución y el papel del
campesinado en ésta, es la de la influencia de las ideas de la Ilustración
propagadas por Voltaire, Rousseau y Montesquieu, las cuales conforman un tipo
de base ideológica para la Revolución, en la que se va en contra de los
privilegios de la Aristocracia, el Absolutismo Monárquico y la división social
estamental de los hombres, y que fueron propagadas por los burgueses e
infundidas al pueblo campesino, quienes ven en ellas una oportunidad para
clamar por sus derechos económicos, políticos y sociales (Zorrilla, pág. 3).
La razón por la que el pueblo francés se ve en una
posición en contra a la adoptada por la aristocracia, es el hecho de que es
debido a esta, junto a su clero y
parlamento, que el pueblo está atravesando las crisis y situaciones
económicas más extremas hasta el momento, después de que el país se viera
afectado por una serie de problemas económicos tras financiar la independencia
de los Estados Unidos de Inglaterra en una actitud “solidaria” (Prieto, pág.
13), y los extremos derroches de dinero y
los excesivos y múltiples impuestos atribuidos al pueblo por parte de la
Aristocracia, impuestos a los cuales éstos se veían privilegiados e inmunes, y
los plebeyos, considerablemente afectados. Éstos conforman las principales causas
del descontento social, y no es sino hasta que los gastos excesivos empiezan a
originar una alza de precios alimenticios, que el pueblo se revela
completamente en contra de la monarquía, la cual, aunque tenga una posición
contraria a la de la nobleza y la Iglesia, no ha hecho mayores intentos por sofocar
sus injustos privilegios, y ante los fracasos de estos, se producirá el
estallido popular.
El estallido popular hace referencia a la cantidad de
revueltas que dieron origen durante la crisis económica y alimenticia de
Francia, donde se puede destacar la toma de la bastilla como el acontecimiento
principal de dicha Revolución, marcando, en efecto el inicio de ésta. Este
suceso se desarrolla 14 de Julio de 1789,
cuando el pueblo se alza en armas en contra de la monarquía, y en un
acto metafórico se busca la toma de la prisión, la cual es considerada como un
símbolo del absolutismo, representando de esta manera el inicio oficial de la
Revolución y la caída del Antiguo Régimen.
En los siguientes años posteriores a la toma de la
bastilla, el papel desarrollado por el campesinado, y el pueblo en general,
constituye a una variedad y cantidad de revueltas ocasionadas con el objetivo
de influir presión sobre el monarca y las autoridades para llegar a obtener sus
propios beneficios y necesidades a nivel poblacional. Algunos grandes logros
alcanzados por las huelgas del pueblo son la abolición del régimen feudal
(privilegios señoriales) y la publicación de la Declaración de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano.
Hubo una ocasión alrededor de 1791 en la que Luis XVI,
tras las revueltas ocasionadas por el pueblo en todo el territorio francés, y
la gravedad que habían significado las amenazas a muerte a la familia real, ve
necesaria la huida de su familia, pero el pueblo sabotea la huida de la éstos,
y los hace volver a París, a residir en el Palacio de las Tullerías, el cual,
en agosto de 1792 las multitudes se encargan de asaltar y saquear, acusando al
monarca de traición y obligándolo a refugiarse en la Asamblea Legislativa,
encarcelándolo más tarde junto a su familia, mientras se daba el origen de un
nuevo régimen.
En conclusión, el papel ejercido por el campesinado
durante la Revolución francesa fue, en efecto, crucial para el correcto
desarrollo de esta, pues fue por medio de las ideas de los burgueses y las
acciones de los campesinos que esta se convirtió en una protesta masiva en todo
Francia, y que llegó a los resultados que hoy en día han transformado la
civilización, pues incluso marcaron el inicio de una nueva etapa en la historia
de la humanidad.
Bibliografía
- Rudé,
George. 1964. La Europa Revolucionaria. España editores.
- McPhee,
Peter. 2007. La revolución Francesa 1789-1799. Barcelona. Editorial Crítica.
- Prieto,
Fernando. 1989. La revolución Francesa. Madrid. Ediciones Itsmo S.A.
- Mousnier,
Roland. 1967. Furores campesinos: Los campesinos en las revueltas del siglo
XVII (Francia, Rusia, China). Closas-Orcoyen, S. L.
- Labrousse, Ernest.
1973. Closas-Orcoyen,
S. L.
- Zorrilla, H. Rubén. 1991. “La revolución Francesa “. En
revista abierta Instituto Universitario ESEADE.